La Muestra de la Trufa Negra de la provincia de Zaragoza cierra su cuarta edición con éxito rotundo para la trufa y la gastronomía aragonesa
La IV Muestra de la Trufa Negra de la Provincia de Zaragoza ha concluido este fin de semana con un éxito rotundo, superando los 12,3 kilos de trufa negra fresca vendidos y más de 2.000 visitantes. Celebrada en el majestuoso Palacio de Sástago de la capital aragonesa durante estos 21 y 22 de diciembre, este evento gratuito ha vuelto a demostrar el atractivo de la trufa negra aragonesa, conocida por su calidad excepcional, así como su creciente importancia dentro del panorama gastronómico y turístico de la región.
El evento, organizado por la Asociación de Truficultores de las Comarcas de Zaragoza (Truzarfa) en colaboración con el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) y la Diputación de Zaragoza (DPZ), ha ofrecido una variada programación que ha incluido un mercado de trufa fresca, mesas redondas con chefs Estrella Michelín, showcooking y ponencias, que han acercado este “oro negro” tanto a los profesionales del sector como al público general.
Un escaparate para la trufa y el territorio
El mercado de trufa fresca ha sido uno de los grandes atractivos de la muestra, que ha contado con nueve expositores locales desde diferentes puntos de la provincia de Zaragoza entre productores y empresas comercializadoras de productos elaborados exclusivamente con Tuber melanosporum como queso, coñac, caviar o miel, todos ellos sin aromas ni potenciadores, solo con trufa fresca de esta variedad. Tampoco ha faltado una mesa del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), donde los investigadores han tratado de acercar la ciencia sobre este hongo hipogeo al consumidor a través de microscopios donde admirar de cerca cómo es su peculiar estructura, o aprender sobre las diferentes variedades de trufa o sus diversos aromas.
Entre todos los puestos se ha conseguido vender más de 12,3 kilos de trufa negra de la más alta calidad, recién cosechada en la provincia de Zaragoza, que este año ha destacado por su excelente tamaño y sabor.
Paralelamente, el Palacio de Sástago ha sido también el escenario donde han tenido lugar las diferentes ponencias. El sábado, la investigadora Eva Tejedor ha compartido los trucos sobre los mejores métodos de conservación de la trufa y sus usos culinarios; mientras que la experta adiestradora de perros truferos Alba Herranz ha desvelado los secretos de la ancestral técnica de recolección, que sigue siendo un pilar fundamental de la truficultura.
El domingo fue el turno del Estrella Michelín Cristian Palacio, del restaurante Gente Rara, o la chef Susana Casanova de La Clandestina Bistró Café, ganadora del premio a mejor tapa de España en Madrid Fusión 2023, quienes han compartido sus secretos culinarios para integrar la trufa negra en la alta cocina y en la cocina doméstica. En la mesa redonda “Cocineros con estrella comparten mesa y sus secretos truferos”, los chefs han desvelado técnicas y trucos para aprovechar al máximo el sabor y la intensidad de la trufa en diferentes platos, proporcionando una visión privilegiada del uso de este ingrediente en la gastronomía de élite. Palacio aprovechó para poner en valor el sabor único de la trufa que, desde su restaurante tratan “como un ingrediente ceremonial, cuyo principal poder es el recuerdo a tradición, a sabor de toda vida, que es donde gana importancia”. También ha recomendado “combinarla con productos lácteos o grasos, donde funciona muy bien” y, además, “no interiorizarlo como un producto caro, porque su aroma es tan intenso que hace falta muy poca cantidad; no es cuestión de cantidad, si no de calidad”.
Por otro lado, Susana Casanova ha reivindicado el papel de los chefs aragoneses como embajadores de este ingrediente en sus restaurantes, divulgando la trufa como producto local y orgullosos de su papel en la gastronomía mundial. También ha puesto el foco también en el proceso de conservación y adquirir el género con garantías como factores fundamentales, de hecho, ha comparado la trufa como un “tamagotchi que hay que cuidar con mimo, cambiando el papel absorbente día y noche”. En cuando al uso culinario, ha recomendado “atemperar una hora antes fuera de la nevera y cuando esté el plato listo laminarla para que el propio calor impulse el aroma y sabor sobre la receta”. Y es que, “no hay que esconder el sabor, la trufa tiene que coronar el plato, elevando su protagonismo”.
Ambos han destacado que “el gran poder de Aragón es precisamente poder elegir la mejor trufa en el mejor momento y al mejor precio, teniendo al productor en la puerta de casa”. De hecho, “la recogen por la mañana y la tengo en mi restaurante antes de servir el plato de mediodía”, ha comentado Palacio. Por su parte, Casanova también ha explicado la “importancia de mirar bien la etiqueta de los productos trufados, que incluyan Tuber melanosporum en la composición, si no son aditivos artificiales que nada tienen que ver con la trufa real”.
El broche de oro de esta cuarta edición ha sido la presentación los dos platos premiados en el II Concurso de Escuelas de Hostelería de la Provincia de Zaragoza. Tras una formación previa impartida por investigadores del CITA y que ha recorrido varios centros formativos de hostelería en la provincia, el alumnado participó el pasado 11 de diciembre en este certamen donde debían demostrar los conocimientos aprendidos. Este año, el jurado experto concedió al IES Miralbueno de Zaragoza el premio a ambas categorías, siendo los raviolis trufados con demiglace de caza la receta de mejor plato principal y el requesón trufado con compota de caqui y falso caviar de granada como postre, ambos ejemplos del potencial creativo de los jóvenes talentos culinarios de la provincia. Estas recetas, además, han sido uno de los principales protagonistas de la muestra, ya que los visitantes podían completar el paso a paso de los dos platos en cada uno de los puestos para poderlas poner en práctica en sus casas.
Además de estas actividades, otro de los momentos más esperados de la muestra ha sido el showcooking con Eneko, ganador de MasterChef 11, quien ha ofrecido una demostración exclusiva de cómo incorporar la trufa en las recetas navideñas. Los asistentes, además de disfrutar de la preparación en vivo de trufa negra con akami de atún- la espina dorsal de la carne de atún aleta azul- tuvieron la oportunidad de degustar los platos elaborados en la sede alternativa de la muestra, el Mercado de Puerta Cinegia.
Un gran paso para el futuro de la trufa negra en Aragón, principal productor del mundo
Así, durante los dos días de la muestra, los asistentes han tenido la oportunidad de conocer en profundidad el trabajo de los truficultores del territorio, cuyo esfuerzo diario permite que Aragón siga
siendo el principal productor mundial de trufa negra Tuber melanosporum, la variedad más apreciada. Y es que, España es líder mundial en la producción de trufa negra, con una recolección anual superior a las 130 toneladas, lo que representa hasta el 60 % de la producción global. En ese contexto, Aragón se posiciona como el epicentro de este cultivo en el país, aportando el 95 % de la producción nacional y contando en Zaragoza con 2.100 hectáreas dedicadas a Tuber melanosporum.
Así, la IV Muestra de la Trufa Negra ha servido para poner de manifiesto la fuerza de la trufa en la provincia de Zaragoza como uno de sus productos más singulares y valiosos. Ahora, el objetivo es seguir fomentando la cultura trufera, no solo para el mercado internacional, sino también para el consumidor local, como ha subrayado Sergio Sánchez Durán, técnico de investigación del CITA: “Aunque Aragón produce el 95% de la trufa negra de España, más del 90% se exporta al exterior. Este tipo de eventos son clave para educar al consumidor local y fomentar la integración de la trufa en la gastronomía doméstica”.
Este evento, que forma parte del calendario de trufiturismo de la Diputación de Zaragoza, no solo ha logrado promover la trufa negra como ingrediente gastronómico, si no también posicionarla como motor del desarrollo rural y un atractivo para el turismo de experiencias en la provincia como referente mundial en truficultura. En este sentido, Cristina Palacín, diputada delegada de Turismo de la Diputación de Zaragoza, ha destacado que “este evento es una gran oportunidad para dar a conocer un producto de excelencia de la tierra y, también, poner en valor a los profesionales que hay detrás. Además, de disfrutar del majestuoso Palacio de Sástago como escenario y poder adquirir las trufas negras en la mejor condición posible, recién recogidas del campo”. Además, ha querido destacar que el éxito de esta cuarta edición “pone de manifiesto la consolidación del evento como un motor para impulsar la truficultura, un sector que no solo genera empleo y riqueza, sino que también ayuda a fijar población en el medio rural, mejorando el dinamismo de las zonas más despobladas de la provincia”.
Asimismo, el presidente de Truzarfa Jesús López, ha querido también agradecer tanto a la Diputación de Zaragoza como al CITA su apoyo para celebrar este evento fundamental. Y es que, “la trufa es el producto más aragonés que tenemos en el mundo y nuestra obligación es transmitir la cultura de la trufa, ya que hay pocos alimentos mundialmente tan valorados de los que podamos presumir”. Además, el secretario de la asociación Carlos Arnaudas, también ha puesto en valor la muestra “para que los consumidores pierdan el miedo a consumir la trufa y cada vez se familiaricen más con ella, enseñándoles además a conservar y utilizar este ingrediente en la cocina”.
Toda la información sobre las futuras iniciativas y eventos relacionados con la trufa negra se encuentra disponible en la página web www.trufanegraaragon.com y en las redes sociales de Truzarfa (@truzarfa).
Sobre Truzarfa
La Asociación de Truficultores de las Comarcas de Zaragoza (Truzarfa) trabaja para mejorar la producción y comercialización de la trufa negra en la provincia, promoviendo tanto la investigación como la divulgación de este producto único, en colaboración con instituciones como el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) y la Diputación de Zaragoza