Se amplía la colaboración del CITA con los agricultores del Valle del río Manubles
Investigadores de las Unidades de Hortofruticultura y Recursos Forestales colaboran en este proyecto de innovación
El grupo de cooperación “Fruta Valle del Manubles, calidad y tradición” surgido en 2017 con el objetivo de convertir el sector frutícola de esta zona en un motor económico que permita frenar la despoblación que este valle ha sufrido en los últimos años tendrá continuidad tres años más con el proyecto “AKIS local Valle del río Manubles” recientemente concedido en la convocatoria de proyectos de innovación de Grupos de Cooperación de agentes del sector agrario del año 2019 dentro del Programa de Desarrollo Rural de Aragón 2014-2020 y que cuenta como socios a la SAT Manubles, a UAGA y a la empresa SECMA junto con todos los ayuntamientos del Valle y en el que Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), la Universidad de Zaragoza y la Fundación ARAID son socios tecnológicos. Estos dos proyectos, están complementados con el proyecto “Modernización integrada del regadío tradicional del Valle del río Manubles” fruto de la convocatoria de 2018 en el que se está trabajando desde el año pasado.
Del proyecto inicial Azucena Gracia y Gabriela Zeballos, investigadoras de la Unidad de Economía Agroalimentaria y Recursos Naturales del CITA, va a trabajar hasta el final del proyecto en otoño de este año en realizar encuestas a habitantes de la ciudad de Zaragoza con el objetivo de conocer su predisposición a comprar fruta del Valle del río Manubles en un experimento cuya sesión piloto tuvo lugar en las instalaciones del CITA durante el mes de julio de 2019. Además, a lo largo de este año, desde la Unidad de Hortofruticultura el equipo de la investigadora Pilar Errea se va a seguir trabajando desde el CITA en la prospección y caracterización de frutales autóctonos con la colaboración de un estudiante procedente de la II edición de ‘Desafío’, programa de prácticas en empresas, instituciones y asociaciones del medio rural zaragozano puesto en marcha por la Diputación Provincial de Zaragoza y la Universidad de Zaragoza.
En cuanto al proyecto nuevo, titulado “AKIS local Valle del río Manubles” coincide con el anterior en un mismo objetivo: la reorientación productiva para luchar contra la despoblación. Por un lado, se buscará la puesta en valor de las tierras abandonadas creando un banco de tierras que trate de frenar el abandono de tierras cultivables y por otro lado, desde el CITA, ARAID y la Universidad de Zaragoza, se fomentará la diversificación productiva mediante la transferencia de la investigación en productos y cultivos complementarios con la producción frutícola a través de una experiencia piloto de transferencia de conocimiento que ayude además a la mejora de la capacitación y actualización de conocimientos por parte de los agricultores del Valle. En concreto, desde el CITA cinco investigadores de las unidades de Hortofruticultura (Cristina Mallor, Ana María Sánchez, José Manuel Alonso, Celia Cantín) y de Recursos Forestales (juliana Navarro) asesorarán a técnicos y agricultores en el cultivo de plantas aromáticas y medicinales, en el uso de nuevas variedades y métodos de plantación de almendro, en la producción de variedades hortícolas y de legumbres tradicionales y en la descripción sensorial y puesta en valor de la calidad de la fruta de pepita producida en el Valle del Manubles, esto último con el objetivo de crear marcas de calidad diferenciada con el objeto de su certificación.
El proyecto además implica una innovación en cuanto al planteamiento puesto que se plantea un doble proceso de transferencia, y sobre todo un enfoque horizontal (entre agricultores) de dicha transferencia. El doble proceso se centra en primer lugar en una transferencia interna, mediante el fomento de liderazgo de agricultores locales que trabajarán directamente con el dinamizador del Valle y los investigadores de referencia del CITA. Y un segundo proceso de puesta en valor del conocimiento territorial y su diseminación al resto de los agricultores a través de cauces formativos y de transferencia existentes (cursos, visitas a campo, etc.) junto con un enriquecimiento mutuo de la experiencia.