Objetivos:
El despoblamiento rural, asociado al crecimiento de la ocupación y la vida urbana en los últimos 50 años, ha supuesto un abandono de la gestión de los montes privados, casi el 70% de la superficie forestal española. Este abandono se explica por diversas causas, varias de las cuales se abordan con el presente proyecto: i) Poca rentabilidad de las fincas forestales, ii) Muchos propietarios forestales no residen en sus fincas ni en municipios cercanos, con lo que se dificulta su gestión, iii) Las nuevas generaciones no tienen un vínculo emocional con sus montes, iv) Se están perdiendo los conocimientos sobre gestión forestal y v) Falta personal o dificultad para acceder a él.
Por todo ello, es crucial volver a ilusionar a los propietarios forestales en la importancia de la gestión de sus fincas y revincularlos a ellas. Con este proyecto se pretende volver a sensibilizar a estos propietarios sobre la necesidad de la gestión de sus fincas abandonadas, así como facilitar su gestión remota a través de economías de escala una herramienta digital innovadora. La gestión de estas fincas forestales abandonadas permitirá la conservación y usos sostenible de sus recursos forestales potenciando la bioeconomía forestal en las zonas rurales más afectadas por el éxodo de sus habitantes a las grandes ciudades. Se iniciará en tres provincias piloto para escalar a nivel nacional. El proyecto, además, creará una red de propietarios forestales, profesionales y entidades orientada a incrementar la economía local asociada a los productos forestales que mejore las condiciones de vida en las áreas donde trabaja y permita fijar a la población en el territorio con un enfoque de género. Esta gestión, además, permitirá minimizar los riesgos ambientales, derivados del propio abandono o de los efectos del cambio climático en ellas, potenciando la recuperación de su plena funcionalidad ecológica y aumentando su resiliencia al cambio climático.
El objetivo principal del proyecto es incrementar la gestión de las fincas forestales privadas y los montes de socios, especialmente en los lugares de mayor éxodo rural, volviendo a ilusionar a los propietarios de los terrenos de que es posible una gestión correcta de sus terrenos a la distancia, dinamizando la bioeconomía local vinculada a los montes y minimizando los riesgos ambientales y climáticos en el mundo rural.