Preservar las razas autóctonas y fomentar la diversidad genética, objetivos del Banco de germoplasma animal “in vivo” del CITA
El centro mantiene desde hace 30 años una productiva actividad investigadora y de transferencia con su Finca Experimental “La Garcipollera”
El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), dependiente del departamento de Innovación, Investigación y Universidad, está desarrollando un proyecto dedicado a la conservación in situ de los rebaños de las razas vacunas Parda de Montaña y Pirenaica (ambas reconocidas como Razas Autóctonas de Fomento en el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España) y de la raza ovina Churra Tensina (Raza Autóctona en Peligro de Extinción) en su Finca Experimental “La Garcipollera”. Esta finca se encuentra en Bescós de La Garcipollera (término municipal de Jaca), en el Pirineo aragonés.
Los trabajos están financiados por el INIA, dentro del programa Estatal de I+D+I Orientado a los Retos de la Sociedad del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación, y en ellos colabora un amplio número de investigadores y técnicos de la Unidad de Producción y Sanidad Animal del CITA.
Isabel Casasús, responsable del proyecto, explica que “en los rebaños se fomenta la diversidad genética acorde con los patrones raciales, y el mantenimiento en óptimas condiciones sanitarias y nutricionales, que permiten cumplir el doble objetivo del rebaño: abastecer de animales a los ensayos de investigación desarrollados en la finca y proveer ejemplares de calidad para su difusión en las ganaderías aragonesas”.
Específicamente, en las tres razas se realiza el control de genealogías, producción y morfología de todos los individuos del rebaño, con posterior transmisión de los datos obtenidos a las Asociaciones de ganaderos correspondientes (ARAPARDA, ASAPI y ATURA, respectivamente), para ser incluidos en las bases de datos de valoración genética de los animales de la raza. En este Banco de Germoplasma se conservan en la actualidad 250 ejemplares adultos de ganado vacuno y otras tantas cabezas de ovino.
El trabajo científico que se ejecuta contribuye al desarrollo de estrategias de caracterización, multiplicación, conservación in situ, conservación de germoplasma, y generación de documentación sobre estas razas. Con ello se facilita la conservación del material genético ganadero autóctono y su utilización como fuente de variabilidad genética, con la consiguiente reducción del coste asociado. Esto genera un beneficio socioeconómico basado en el mantenimiento de las oportunidades que ofrece la diversidad genética para las explotaciones ganaderas actuales y las futuras generaciones.
Además de su trasmisión en foros científicos, la información técnica generada en la finca respecto a las razas se presenta en publicaciones divulgativas, cursos y jornadas técnicas realizadas por las asociaciones y también por otras entidades o agrupaciones de productores. La difusión de la mejora se realiza en estrecho contacto con las asociaciones de ganaderos correspondientes, mediante la presencia en ferias y subastas y la provisión de machos y hembras para los centros de recría y series oficiales de testaje, así como para ganaderías particulares. En colaboración con las asociaciones de ganaderos, además se realiza la difusión de las razas a través de certámenes ganaderos, así como el apoyo técnico necesario para la propuesta y desarrollo de proyectos de demostración y de innovación.