La puesta en valor de la miel de alfalfa, nuevo proyecto de investigación del CITA
El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) participa en un proyecto sobre la puesta en valor de la miel de alfalfa de Aragón, como fuente de biodiversidad y origen de una miel genuina de nuestro territorio. El proyecto Alfa Miel (α-MIEL) pretende producir una miel monofloral de alfalfa de Aragón que el consumidor reconozca como un producto de calidad propio de nuestra Comunidad Autónoma.
La finalidad general del proyecto consiste en aprovechar el cultivo de la alfalfa, cultivo emblemático en Aragón, para fomentar la producción y el consumo de miel monovarietal de alfalfa de Aragón para la que se considera necesaria su caracterización tanto polínica como organoléptica, así como darla a conocer al consumidor como variedad monofloral. Además, el proyecto α-MIEL pretende demostrar y dar a conocer la contribución a la mejora de biodiversidad del cultivo de la alfalfa como refugio de las abejas en la época estival donde se calcula que el 30% de las colmenas trashumantes en Aragón sobreviven gracias a este cultivo en un año normal.
Tiziana de Magistris, investigadora de la Unidad de Economía Agroalimentaria y de los Recursos Naturales del CITA, es la responsable de este proyecto que propone varias novedades. “El primer aspecto novedoso es el del ámbito territorial ya que se circunscribe a Aragón. La alfalfa es – según explica la investigadora – el principal cultivo de verano en la Comunidad Autónoma. El segundo aspecto innovador es que se pretende abordar un estudio integral y multidisciplinar investigue el potencial de demanda de miel local en Aragón y el comportamiento del consumidor potencial de miel y su disposición a pagar a la hora de poder comprar una miel de calidad y con una etiqueta de origen bien identificado. A sí mismo no hay estudios que relacionen la disposición a pagar para comprar miel de alfalfa en Aragón”. De Magistris indica que otro aspecto destacable es la metodología ya que se recreará un supermercado virtual de 360 grados y un modelo en 3D visualizado a través de gafas de realidad virtual (Oculus) “a los participantes se les pedirá elegir la miel teniendo en cuenta varios niveles de precios y varias combinaciones de etiquetas y envasados diseñados previamente”.
En la actualidad se detectan tres problemáticas principales en el sector apícola. La miel de alfalfa existe como materia prima pero no como producto final, hay una escasa definición y categorización de la miel en relación a su envasado y etiquetado y, por último, la mala prensa social del cultivo de alfalfa.
En la actualidad Aragón, que cuenta con 89.000 hectáreas cultivadas y más de 9.000 agricultores, es el principal productor de alfalfa a nivel nacional. El cultivo de la alfalfa y la apicultura tienen un impacto muy positivo sobre el medioambiente. Los beneficios más destacables de este son que contribuye a la mejora dela biodiversidad, son 117 especies de aves las que la utilizan, bien para su alimentación, refugio o reproducción, no requiere de laboreo en el periodo de cinco años por lo que se reduce la erosión del terreno frente a otros cultivos, evita la contaminación de las aguas por nitratos porque no necesita abonos nitrogenados, actúa como filtro verde, contribuyendo a paliar el efecto invernadero, no exige tratamientos con herbicidas y tiene un bajo uso de fitosanitarios y mantiene una cubierta verde durante al menos cinco años mejorando el aspecto del paisaje.
En el grupo de cooperación de este proyecto figuran la Agrupación de Defensa Sanitaria Apícola Provincial de Zaragoza (ARNA), coordinador del proyecto, a Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada (AEFA), la Universidad de Zaragoza y el CITA, estos dos últimos como centros tecnológicos.
Este proyecto, que se llevará a cabo desde este año hasta el 2020, cuenta con una subvención de 117.575 € correspondiente la convocatoria del año 2019 del Programa de Desarrollo Rural de Aragón 2014-2020, cofinanciado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y por la Comunidad Autónoma de Aragón (en un 80% y un 20% respectivamente).