El CITA trabaja en la conservación y tipificación del espárrago tradicional de Barbastro
El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) trabaja en la conservación y tipificación del espárrago tradicional de Barbastro, una iniciativa promovida por la Asociación de Hortelanos Tradicionales y Amigos de la Huerta del Alto Aragón que quiere promocionar y recuperar el espárrago de esta localidad oscense.
Antiguamente la mayoría de las huertas de Barbastro tenían una zona reservada a los espárragos. Algunas de estas esparragueras todavía perviven en las huertas, pero se encuentran en serio riesgo de desaparición. Esta iniciativa pretende evitar esta pérdida a través de su promoción, para lo que se ha registrado una Marca Nacional de Calidad que incluye tanto las variedades locales de espárrago tradicional como las comerciales de espárrago Grueso Blanco autorizadas en el reglamento desarrollado a tal efecto.
El CITA colabora conservando diferentes muestras de semillas de esparragueras antiguas en su Banco de Germoplasma Hortícola y describiendo sus características. De este modo, en el Banco de Germoplasma Hortícola del CITA se conservan las semillas donadas por hortelanos procedentes de diferentes huertos donde todavía se conservan esparragueras antiguas. Esteban Andrés, gerente técnico del “Espárrago de Barbastro” ha sido el encargado de recopilar y hacer llegar el material a la investigadora del CITA Cristina Mallor, responsable del Banco de Germoplasma Hortícola, propiciando una colaboración similar a la que ya hubo con el Tomate Rosa de Barbastro. Las semillas de los espárragos se conservan en el banco deshidratadas y congeladas, de este modo permanecen vivas durante largos periodos de tiempo, garantizándose su conservación a largo plazo. Por otro lado, parte de las semillas proporcionadas han sido sembradas en una parcela experimental del CITA para su caracterización primaria, como parte de las actividades permanentes del Banco de Germoplasma.
El pasado 2 de mayo, Cristina Mallor y Jesús Pallarés, de la Unidad de Hortofruticultura del CITA, se trasladaron a Barbastro a recabar información sobre el origen de las semillas proporcionadas por Esteban Andrés, manteniendo diferentes entrevistas con los donantes y obteniendo muestras de turiones o espárragos para su posterior tipificación en el laboratorio del CITA.
Los resultados indican que se trata de espárragos de pequeño calibre, con un diámetro comprendido entre 7 y 12 mm, con una media de 9 mm; una longitud entre 10,3 y 17,5 cm (media de 13,6 cm) y un peso medio de 5,5 g en un rango comprendido entre 2,9 y 10,1 g. Lo que contrasta con el espárrago comercial Grueso Blanco, del que también se obtuvo una muestra de una plantación en Barbastro, y que presenta calibres entre 22 y 24 mm, con una longitud y peso medio de 13,7 cm y 43,6 g respectivamente.
En todas las entrevistas mantenidas con los diferentes hortelanos, se destacó la calidad sensorial de estos espárragos, que no necesitan pelarse para su cocinado. En general, se consumen tras un hervido con agua y sal, aliñados con aceite y/o vinagre, o como guarnición de guisos, en tortillas, en ensalada, etc.
Sin embargo, a pesar de sus buenas características sensoriales, actualmente muchas de las huertas de Barbastro se están abandonando, y con ellas las antiguas esparragueras, que como comentaba uno de los hortelanos: “en dos años sin trabajarlas pueden llegar a desaparecer”. Este proceso, conocido como erosión genética, está poniendo en riesgo la biodiversidad de nuestros ecosistemas, abocando a la desaparición productos de excelente calidad como el espárrago de Barbastro. Iniciativas como ésta pretenden revertir este proceso.
En la próxima campaña se continuará con la recolección de semillas entre los hortelanos de Barbastro y zonas próximas que quieran sumarse al proyecto.