El CITA continúa trabajando en la mejora genética del Melocotón de Calanda para dar con nuevas variedades de mayor calidad y rendimiento
El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) continúa investigando en la mejora genética de nuevas selecciones en vías de evaluación de carne dura y maduración tardía de melocotón para su comercialización bajo la Denominación de Origen Protegida (D.O.P) ‘Melocotón de Calanda’. El objetivo general de este proyecto, financiado por el Fondo de Inversiones de Teruel, es la consolidación de este programa de mejora que en la actualidad lideran María José Rubio Cabetas, investigadora del Departamento de Ciencia Vegetal del CITA y Celia M. Cantín, científica titular de la Estación Experimental de Aula Dei (CSIC).
La consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, Maru Díaz, ha visitado hoy una de las parcelas de experimentación de este programa, en Puigmoreno, como paradigma “de la importancia de la investigación y la transferencia de conocimiento en el territorio”.
“Ponemos la investigación y la ciencia al servicio de nuestros productores, impulsando su aplicación directa en el sector agroalimentario para mejorar su actividad, ayudar a generar riqueza, vertebrar mejor nuestro territorio y afianzar población. Y lo hacemos, además, con un producto de máxima calidad ligado al territorio y a la tradición de esta zona, como es el melocotón de Calanda”, ha afirmado la responsable autonómica.
No en vano, Aragón es la comunidad autónoma con mayor superficie de producción de melocotón y nectarina a nivel nacional con más de 18.000 hectáreas y una producción de más de 228.000 toneladas. La D.O.P. ‘Melocotón de Calanda’ es la única Denominación de Origen Protegida de melocotonero del mundo y su área de cultivo se encuentra comprendida a lo largo de 45 municipios en la comarca del Bajo Aragón.
En 2021 se alcanzaron los 4.5 millones de kilos de producto certificado, que se comercializó principalmente en España, y un 20% se destinó a la exportación, principalmente a destinos europeos como Alemania, Suiza, Portugal e Italia. Además, fue una campaña con una calidad de fruto excelente y un aumento de la demanda en el mercado nacional. Durante esta campaña, la climatología no ha sido tan favorable, puesto que se espera que las heladas primaverales y el pedrisco de principios de verano tengan un efecto negativo en la cantidad de kilos certificada.
Según ha podido conocer in situ la consejera, el programa de mejora genética del CITA ya cuenta con 30 nuevas preselecciones que se plantaron en la zona del Bajo Aragón en 2018 para observar su adaptación a la zona de cultivo, y de las que se han comenzado a evaluar los primeros frutos en la pasada campaña.
Además, el CITA pone a disposición del proyecto, que se prolongará hasta el 2024, sus laboratorios de material vegetal, biotecnología y microbiología donde se siguen obteniendo nuevas pre selecciones para ser evaluadas en la zona de cultivo y se lleva a cabo la evaluación de la calidad de los frutos de las ya existentes.
Por otro lado, se está llevando a cabo un estudio, con la colaboración del investigador del CITA Jèrôme Grimplet, con el objetivo de entender el control genético de caracteres importantes en esta tipología de frutos, como la fecha de maduración, el contenido de azúcar o el calibre.
Además de la obtención de nuevas variedades de melocotón para su comercialización como DOP Melocotón de Calanda, el proyecto pretende valorizar este producto de máxima calidad, “ligado al territorio y a la tradición de la zona”.
Tal y como ha destacado la consejera, el agricultor será el máximo beneficiario de estos resultados, ya que dispondrá de mejores variedades sobre las que basar su producción, pero también el consumidor aragonés, puesto que podrá identificar y disfrutar de un producto de gran calidad organoléptica y nutricional.
Se estima además que la comercialización de las futuras variedades podría suponer a futuro un incremento del 20% de los beneficios anuales de los agricultores incluidos en la D.O. Melocotón de Calanda.
“Este es el camino que debemos liderar desde el CITA y desde el Gobierno de Aragón, tejiendo alianzas entre la investigación y un sector, el agroalimentario, estratégico para nuestra economía y para la conservación de nuestro territorio y de nuestros pueblos”, ha subrayado la consejera.
Tras la visita a la finca experimental, la responsable autonómica, junto Lucía Soriano, directora gerente del CITA, y la investigadora Celia M. Cantín, han mantenido un pequeño encuentro informal en el salón social de Puigmoreno con agricultores, dirigentes de la Denominación de Origen y otros miembros del sector, así como con representantes institucionales de la zona.
En la reunión, han participado, entre otros, el presidente de la D.O.P Melocotón de Calanda y su directora, Samuel Sancho, y Ana Omedes; el presidente y el gerente de Cofruval, José Ramón Domingo y Oscar Vaquero; el presidente de la D. O. P. Aceite Bajo Aragón, Alfredo Caldú; los gerentes de la Cooperativa San Lorenzo de Maella, Antonio García, y de Calandina, Antonio Cerdán, así como otros responsables y directivos de Furmaspi y Frutícola Bajoaragonesa Caspe.