El proyecto Fungiverso aporta información sobre la campaña micológica de otoño en Aragón 2025
El arranque de la campaña micológica de otoño en Aragón viene marcado por la falta de precipitaciones. Este déficit hídrico, que se intensifica de norte a sur de la comunidad autónoma, está condicionando la fructificación de las principales especies de setas que cada temporada atraen a miles de aficionados a los montes aragoneses. El proyecto FUNGIVERSO, cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU, ofrece información actualizada sobre el estado de la fructificación en las distintas comarcas, así como otros recursos de interés relacionados con la micología y el micoturismo en Aragón a través del Observatorio Micológico de la red de Parques Micológicos de Aragón (MICOARAGÓN), enmarcado dentro de este proyecto coordinado por el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) que finaliza este año y cuenta con un presupuesto de 736.801,53 euros.
El Observatorio Micológico invita a la ciudadanía, asociaciones y recolectores a participar activamente en este proyecto colectivo. Aquellas personas que quieran formar parte de la red de colaboradores y aportar información semanal sobre la fructificación de especies de interés socioeconómico, pueden hacerlo a través del correo electrónico asociacionmicoaragon@gmail.com. Con estas aportaciones se enriquece el conocimiento común, se mejora la previsión de campañas futuras y se contribuye a poner en valor un recurso natural que, además de su interés gastronómico, supone un motor de desarrollo rural y turístico para muchas zonas de Aragón.
La temporada micológica en Aragón
En el Pirineo aragonés, la temporada ya ha dado sus primeros pasos. Gracias a unas condiciones más favorables de humedad y temperatura, se han podido recolectar ejemplares de gran valor gastronómico y cultural como la Amanita caesarea, el rebollón (Lactarius deliciosus) o el boletus edulis, muy apreciadas tanto por su calidad culinaria como por su papel en los ecosistemas forestales.
La situación es bien distinta a medida que se avanza hacia el sur del territorio. En gran parte de estas zonas, la fructificación es todavía muy escasa o incluso nula, ya que la falta de humedad superficial en el suelo y la ausencia de lluvias significativas impiden que las setas aparezcan.
La excepción se encuentra en el sureste de Aragón, donde los rebollones ya han aparecido. Esta especie, una de las más buscadas por recolectores y familias que cada otoño llenan los pinares, se está convirtiendo en el principal atractivo micológico en este arranque desigual de la campaña.