Identificada una tercera variante génica en la raza Rasa aragonesa asociada a la prolificidad
Un equipo formado por investigadores del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), la Fundación Agencia Aragonesa para la Investigación y Desarrollo (ARAID), el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria (INIA) y el Instituto de la Investigación Agronómica en Francia (INRA), en colaboración con UPRA-Grupo Pastores ha identificado una tercera variante génica en la raza Rasa aragonesa asociada a la prolificidad (número de corderos nacidos por parto) dentro del proyecto PIRINNOVI, un proyecto POCTEFA 2014-2020 cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), de cooperación franco-española y coordinado por la investigadora del CITA, Belén Lahoz. El Investigador ARAID Jorge H. Calvo, de la Unidad de Producción y Sanidad Animal del CITA, es quien han liderado los estudios genéticos que han llevado a este descubrimiento.
En la raza Rasa aragonesa se ha demostrado que uno de los factores que más intervienen en la sostenibilidad económica de las explotaciones es el número de corderos vendidos por oveja y año. Por ello, en 1994 se puso en marcha un programa de mejora genética para incrementar su prolificidad, que supuso la detección, en los años 2007 y 2019, de dos variantes génicas (ROA y Grivette) en un gen mayor ligado a la prolificidad.
En este sentido, dentro del proyecto PIRINNOVI se planteó la búsqueda de variantes génicas asociadas a un incremento de la eficiencia productiva de los animales, que tendrá implicaciones en la mejora de la sostenibilidad de la actividad ovina. Estos estudios han evidenciado la existencia de una tercera variante génica asociada a la prolificidad, no estando descrita hasta el momento en ninguna raza de ovino a nivel mundial. Con esta nueva variante genética, denominada como ROA2, la Rasa aragonesa se convierte en una de las pocas razas mundiales en la que están segregando conjuntamente tres variantes génicas asociadas a la prolificidad. La caracterización de esta nueva mutación ha mostrado que las hembras portadoras de la misma tienen una prolificidad intermedia entre las otras dos variantes, pudiendo seleccionar como reproductores animales portadores de una u otra variante según el objetivo de selección y las necesidades de la explotación.
La importancia del sector del ovino va más allá del ámbito económico, y abarca también importantes aspectos sociales y ambientales. La capacidad de aprovechamiento de recursos pastables de zonas marginales, contribuyen al asentamiento de la población rural, evitando el despoblamiento de las zonas más desfavorecidas. En concreto, en Aragón, crea la oportunidad de ser una alternativa laboral en zonas rurales difíciles, utilizando razas autóctonas que suponen un patrimonio genético y cultural único, y que están mejor adaptadas al territorio donde se explotan. Además, la ganadería provee de unos servicios ecosistémicos únicos como son el mantenimiento del paisaje agrario, prevención de incendios forestales, conservación de la biodiversidad, etc.