Los Investigadores del CITA trabajan para garantizar el éxito de un árbol frutal antes de plantarlo
El injerto es la técnica de multiplicación más utilizada en fruticultura, tanto para la obtención de nuevas plantas como para propagar las variedades existentes. Sin embargo, su rango de aplicación se ve restringido por múltiples factores que desencadenan la respuesta de incompatibilidad patrón-variedad, siendo este un carácter de gran importancia agronómica y un criterio de selección indispensable en cualquier programa de selección y mejora genética de patrones y variedades frutales, ya que si se producen problemas de incompatibilidad de injerto, la combinación frutal se debilita y los árboles acaban muriendo.
En diversas especies frutales, el problema de la incompatibilidad de injerto se manifiesta después de varios años de crecimiento normal, lo que genera pérdidas importantes y un importante retraso en el proceso de evaluación y transferencia de los nuevos materiales frutales, por lo que es necesario un enfoque de estos estudios a corto plazo, antes de que aparezcan los síntomas externos.
Para ahondar en estos temas se está desarrollando el proyecto “Caracterización de los mecanismos genéticos y evaluación fenotípica de la compatibilidad de injerto en especies frutales”, financiado por el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) dentro del programa Estatal de I+D+I Orientado a los Retos de la Sociedad del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación. Se trata de un proyecto multidisciplinar que combina la aplicación de herramientas de secuenciación genómica de nueva generación (NGS) dirigida hacia la generación de conocimiento para la identificación de genes y QTLs asociados al carácter de compatibilidad, con la evaluación fenotípica mediante observaciones al microscopio de nuevas combinaciones con variedades de albaricoquero de interés, procedentes de distintos programas de mejora, tanto nacionales como internacionales. En el proyecto participan investigadores del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), de la Universidad de Clemson (USA), de la Faculty of Life Science (Dinamarca) y de la Universidad de Munich (Alemania). Además colaboran empresas del sector agroalimentario, los viveros Mariano Soria y el vivero de Abel dando acceso al material vegetal más novedoso.
El objetivo general del proyecto es profundizar en la identificación y caracterización de los mecanismos genéticos que regulan la compatibilidad patrón/injerto, para poder detectar en una fase temprana el futuro comportamiento al injerto de una determinada combinación. Para ello la investigación propone avanzar en el desarrollo de herramientas adecuadas para el diseño de marcadores moleculares que permitan su utilización en selección asistida dentro de los programas de selección y mejora genética de frutales, y especialmente en albaricoquero cuya situación actual hace necesaria la introducción de otros patrones que salven los defectos de los actualmente vigentes, falta de compatibilidad, excesivo vigor y deficiente propagación vegetativa.
La investigadora del CITA e investigadora principal del proyecto, Ana Pina, explica como la evaluación de los nuevos materiales disponibles, seleccionados o en vías de selección, ha requerido hasta ahora estudios con una duración prolongada por las características de las especies frutales: plantas leñosas, con largo periodo juvenil, reposo invernal, retraso en la entrada en producción, y la necesidad de utilización de un portainjerto compatible y adaptado a las condiciones del suelo, y de ahí la importancia de los estudios y trabajos que permitan acortar estos procesos de selección.
La investigación contribuirá a sentar las bases genéticas del proceso de incompatibilidad, permitiendo la localización de QTL/genes candidatos, así como avanzar en la identificación y desarrollo de marcadores moleculares asociados a genes implicados en la expresión del carácter de compatibilidad en especies del género Prunus. Asimismo, permitirá acelerar y simplificar el proceso de selección de patrones en los programas de mejora genética ofreciendo al sector agrícola alternativas al material frutal actualmente en uso, no sóo referente a nuevos patrones, sino también de nuevas variedades de cultivo, contribuyendo a incrementar y aprovechar la diversidad frutal en un momento en el que la regeneración de recursos y la adaptación de nuevos materiales a los escenarios cambiantes adquiere un importante interés en la agricultura actual.