Ganaderos y técnicos discuten sobre eficiencia productiva en vacuno de carne
En el marco de una jornada de trabajo de la Asociación de criadores de raza bovina Parda de Montaña (ARAPARDA) se discutió esta semana sobre la eficiencia productiva en las ganaderías de vacas nodrizas. La eficiencia es un término de definición compleja, puesto que ampara una multitud de atributos que pueden jugar distinto papel en función del contexto productivo. Estos caracteres se recogen en los programas de mejora genética de las distintas razas, que buscan mejorar tanto la aptitud materna de las vacas como la producción cárnica de sus terneros, dando distinta importancia relativa a los caracteres en los índices de selección.
Con el fin de valorar si los programas de selección genética actuales se corresponden con los objetivos de mejora de los ganaderos, Isabel Casasús, investigadora del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), presentó a ganaderos de Aragón y Cantabria los resultados de encuestas realizadas el pasado año a ganaderos del Pirineo (Valles de Broto, Benasque y Baliera-Barrabés) en el marco del proyecto de investigación europeo GenTORE-Horizonte 2020.
Los resultados de las encuestas indicaban, en primer lugar, un bajo grado de penetración de los programas de mejora en el sector. Aunque la mayoría de los ganaderos pertenecían a asociaciones de criadores (85%), apenas la cuarta parte enviaba la información a los esquemas de selección. Por otro lado, aunque la mayoría de los caracteres considerados se consideraban de gran importancia, su tasa de registro era relativamente baja, lo que dificulta tanto su uso en los esquemas de mejora como para seleccionar a los futuros reproductores de la propia ganadería.
Algunos aspectos, como la facilidad de parto y el peso del ternero al nacimiento, eran muy importantes para los ganaderos, que los registraban habitualmente, y se recogen en todos los programas de mejora. Sin embargo, otros no tienen tanto interés, aunque se incluyan en los programas de selección, como el peso del ternero a los 90 días y destete, quizá porque los terneros suelen venderse al destete a través de tratantes, cerrando el precio en lotes y no atendiendo a características individuales. Otros caracteres considerados muy importantes de cara a definir la eficiencia de las vacas o bien no se registraban habitualmente (conformación de la ubre y patas de los adultos, la docilidad y la conformación cárnica de las crías) o ni siquiera se recogían en los programas de mejora (fertilidad, edad al primer parto o la producción total de terneros a lo largo de la vida de la vaca).
En general, los ganaderos de vacas nodrizas tienden a priorizar en importancia los caracteres ligados directamente con la capacidad de la vaca de parir y destetar terneros, así como caracteres funcionales que indican la adaptación del animal al territorio y al sistema de producción. Aunque en los programas de mejora genética clásica el avance en estos caracteres es relativamente lento, por la dificultad de medida y los largos periodos de registro, la selección genómica abre una oportunidad para una mejora rápida en estos aspectos. Estos y otros temas se discutieron con ganaderos procedentes de Aragón y Cantabria, técnicos de la asociación y del Centro de Transferencia Agroalimentaria.