La recuperación del bróquil recibe una Beca de Investigación de los premios Félix de Azara
El proyecto de recuperación del bróquil ha sido distinguido con una Beca de Investigación de los Premios Félix de Azara que organiza la Diputación Provincial de Huesca. La «recuperación de variedades hortícolas autóctonas de la provincia de Huesca: el bróquil: caracterización morfológica, evaluación fitoquímica y organoléptica y puesta en valor» es un proyecto en el que colabora el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) con la Escuela Politécnica Superior de Huesca y los Centros Públicos Integrados de Formación Profesional Montearagón y San Lorenzo.
Cristina Mallor, investigadora de la Unidad de Hortofruticultura y responsable del Banco de Germoplasma de Variedades Hortícolas del CITA, recogió el premio acompañada por representantes de las entidades que forman parte de este proyecto.
El bróquil, también denominado “hijiau” o “hijudo”, es una variante de lo que de forma genérica se denominan coles y que agrupa a hortalizas tan conocidas como la coliflor, el romanescu, la col de Milán, el repollo, la lombarda o el brócoli entre otros. Se caracteriza por emitir en las yemas de las hojas adultas brotes o hijuelos -de ahí su nombre- formados por un grupo de pequeñas hojas. En su centro aparece una inflorescencia a modo de pella de tamaño variable dando lugar a dos tipos de bróquil, el verde y el pellado.
La gran mayoría de plantas de bróquil que se cultivan en los huertos de la provincia proceden de los viveros hortícolas Barbereta y Oliván, ubicados en Huesca. Actualmente dichos viveros producen plantones de cinco variedades de esta hortaliza, dos de bróquil verde y tres de bróquil pellado. Estas variedades se enmarcan dentro de lo que se conoce como variedades tradicionales, es decir, aquellas que mantienen los propios agricultores generación tras generación, no han sido sometidas a programas de mejoramiento genético y no suele ser habitual encontrarlas en los canales comerciales de venta de semillas. Estos mismos agricultores se encargan de multiplicar la semilla de cada variedad año tras año.